Apego y afectividad

La tarea de los padres y educadores debe ir encaminada a que el niño pueda descubrir todo su potencial y llegar a ser la mejor versión de uno mismo.

Por eso nuestra tarea tiene que ir acompañada de unas atenciones muy especiales: amor, tiempo, aceptación, acogida y favorecer unas condiciones ambientales propicias. Desde La farga Infantil procuramos poner todo lo que esté en nuestras manos para que los niños y niñas se desarrollen y lleguen a ser personas equilibradas, con criterio, con valores y con virtudes; capaces de amar y de trabajar. ¡Que sean felices!

Si nos fijamos en aspectos básicos, todos sabemos que nuestros hijos nos necesitan para cubrir sus necesidades vitales. Pero debemos tener la mirada también puesta en el interior y en el futuro, en lo que permitirá al niño convertirse en una persona equilibrada, con criterio, ... El objetivo es ayudarle a desarrollar su personalidad, identidad y relaciones sociales con éxito. Este maravilloso reto es un proceso que comienza antes de nacer.

Estudios recientes en el campo del psiquismo fetal en la etapa prenatal concluyen que:

1. El amor de una madre hacia su hijo/a, las ideas que se forma de él/ella y la riqueza de comunicación que establece tienen una gran influencia sobre el desarrollo físico y de personalidad.

2. En referencia al padre, su papel también es fundamental. Los sentimientos y actitudes que tiene hacia la madre y el bebé contribuyen a que el embarazo se desarrolle en un entorno agradable. El afecto que el hombre brinda a la madre es un apoyo fundamental a nivel emocional para la futura madre y refuerza el vínculo afectivo padres-bebé.

Otros estudios, también de relevante importancia, hacen referencia al vínculo afectivo "el apego".

Desde La farga Infantil queremos destacar:

- Unos padres o educadores que son capaces de cubrir las necesidades básicas y emocionales de un niño durante los primeros dos años de vida están propiciando la formación del apego seguro, el cual propiciará en el niño un sentimiento de seguridad y autoconfianza hacia él mismo y en relación con el mundo que le rodea.

- Para establecer un vínculo seguro, los padres tienen que dedicar tiempo a su hijo. Tiempo para jugar, para mostrarse cariñosos con él, con abrazos, caricias y también con palabras. Sin embargo también deben dar oportunidades al niño para que él se muestre afectivo.

- Debemos mostrar amor incondicional, es decir, necesitan que los queramos como ellos son y no como habíamos soñado que fueran. Los tenemos que querer con sus fortalezas y también con sus limitaciones. Padres y educadores tenemos que estar bien atentos, abrir nuestros sentidos y dedicar tiempo a conocer bien a nuestro hijo/a para celebrar sus éxitos, ayudarle a levantarse cuando tropiezan y corregirlo con cariño cuando se equivoca.

De esta manera desarrollarán una sana autoestima.

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