La alimentación en la escuela

Para nosotras es fundamental que las comidas sean una experiencia agradable y educativa.

La alimentación es una parte muy importante de nuestras vidas, no solo por su importancia para la supervivencia, sino por las emociones, recuerdos, alegrías o rechazos que provoca. En la infancia, la comida es uno de los momentos que más emociones despierta y que más oportunidades nos ofrece para educar y para fomentar hábitos de vida saludables que perdurarán toda la vida.

El comedor escolar requiere una organización minuciosa, una supervisión atenta y un acompañamiento profesional y cariñoso, por esta razón en La Farga Infantil el comedor está supervisado por las maestras habituales que velan para que el hábito de la alimentación se desarrolle en un ambiente de bienestar en que se cuidan los detalles, se vivan los valores cristianos, se aprendan unas normas de urbanidad y los niños vayan adquiriendo hábitos nutritivos saludables.

Cada maestra se encarga de su grupo, los niños y niñas tienen un sitio fijo, aspecto que además de facilitar la organización también permite la adecuada gestión de las alergias y ayuda a mantener los protocolos COVID de grupo estable y de distanciamiento entre grupos. Esta misma maestra de referencia es la encargada de servir a los niños si quieren repetir o de dialogar con un niño que no quiere comer más respetando los ritmos de cada niño, aunque sin correr ni alargar las comidas excesivamente. La comida es un momento para relacionarnos y la maestra aprovecha estos momentos para hablar con sus alumnos de una manera más distendida, intentando hacer de este tiempo un momento agradable y conseguir –como en los adultos- que la comida sea un descanso en la jornada.

Conseguir que la comida sea un tiempo sin tensiones no siempre es fácil con los niños pequeños. Algunas niños están habituados a una dieta bastante limitada, pero

poco a poco –con paciencia y sin forzarlos- van aceptando nuevas texturas y sabores si se les ofrecen en pequeñas cantidades y ven que los compañeros se lo comen con gusto. A veces se necesita un poco de tiempo, pero los pequeños acaban por comer de todo, su gusto se va ampliando y van incorporando hábitos alimenticios que perdurarán toda la vida.

En el colegio disponemos de cocina propia, de un personal de cocina altamente formado y asesorado por el equipo de dietistas/nutricionistas CESNUT NUTRICIÓN que nos ayuda a controlar el origen de los productos, su calidad y, en caso necesario, hacer alteraciones en los menús para que los niños vayan habituándose a una alimentación equilibrada y variada. En este mismo sentido, la escuela cada vez es más consciente de la necesidad de reducir la ingesta de azúcares o de productos procesados y de incrementar el consumo de frutas y verduras.

Para nosotras es fundamental que las comidas sean una experiencia agradable y educativa, y-en estos momentos de especial dificultad por el COVID19- que se den además en un entorno seguro en que las medidas de seguridad, distancia, ventilación, higiene y desinfección se cuiden de manera estricta.


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