ATRIUM: HABLAR DE DIOS A LOS NIÑOS

Los padres, primeros educadores de sus hijos, tienen un papel insustituible en este campo, pues a través de su propia vivencia y ejemplo se convierten en los primeros maestros de la fe. Además, la fe es un don personal que cada persona, mayor o pequeña, ha de vivir y hacer crecer de forma única. “El hogar debe seguir siendo el lugar donde se enseñe a percibir las razones y la hermosura de la fe, a rezar y a servir al prójimo.” Papa Francisco, Amoris Laetitie n.287 

Los niños pequeños tienen una religiosidad innata. “Dios y el niño se entienden”. Asimilan y entienden los contenidos de la fe de una manera distinta de la de cualquier otra etapa madurativa, por sus características concretas. Así Atrium constituye una metodología innovadora que se adecua a las necesidades de los niños y las familias de hoy. El método Atrium desarrolla una pedagogía de la fe para niños y niñas en edades comprendidas entre los 3 y los 6 años, utilizando una metodología específica, una cuidadosa selección de contenidos y materiales didácticos. 

En Atrium se integra el contenido del mensaje cristiano con la apertura espontanea del niño a la experiencia de lo trascendente y del Misterio de Dios. El método Atrium es fruto de numerosos años de estudio e investigación sobre el desarrollo del potencial religioso del niño. En sus inicios partió de la pedagogía de la fe formulada por María Montessori y Sofia Cavalletti, y en la actualidad goza de vida y personalidad propia desarrollada y adecuada al contexto de los colegios de Institució Familiar de Educació.

La finalidad del método no es llegar a unos niveles de religiosidad concretos sino más bien la de crear, en el colegio y la familia, oportunidades adecuadas para que cada niño y cada niña desarrolle al máximo su propio potencial. Atrium está dirigido a aquellos padres, madres y profesores que desean acompañar a los niños en su camino de fe. Pretende también ofrecer una serie de reflexiones y sugerencias para ayudar al adulto a conocer al niño y a este a crecer como una persona plena y feliz. Queremos responder a la petición silenciosa de los niños: “Ayúdame a acercarme a Dios por mí mismo”.