creatividad y pensamiento

la creatividad, un valor en el corazón de nuestra esencia

Cuando en la redacción de nuestra misión decimos que educamos para educar personas que sean PROFESIONALES COMPETENTES, CIUDADANOS SOLIDARIOS Y PERSONAS ÍNTEGRAS, estamos -quizás sin saberlo- ¡hablando de creatividad!

 Ser un profesional competente, un ciudadano solidario o una persona íntegra exige hoy en día más creatividad que nunca: creatividad para adaptarse a una nueva realidad profesional con flexibilidad e innovación, creatividad para encontrar soluciones humanas y solidarias a las diferentes problemáticas -sociales, profesionales, medioambientales- que aparecen; creatividad para vivir nuestra fe y transmitirla a personas que no comparten nuestros valores o nuestra formación.

Vivimos un tiempo de cambios acelerados que conlleva situaciones para las que no hay recetas ni ejemplos previos, situaciones que requieren una inteligencia creativa capaz de buscar nuevas maneras de hacer las cosas y de adaptarse a las nuevas circunstancias.

La gente creativa provoca cambios; hay que cambiar el mundo, hacerlo mejor, adaptarlo a los nuevos retos sin perder lo que de bueno hay en él, entendiendo que la creatividad no es sólo una actitud ante el arte, ¡la creatividad se educa en todas partes!


¿CÓMO EDUCAMOS LA CREATIVIDAD?

Para educar en esta competencia, lo más importante es tener un entorno respetuoso con la creatividad que permita que esta florezca.

Un entorno de escucha donde los niños se sientan valorados, escuchados y tenidos seriamente en cuenta.

Un entorno respetuoso que no ridiculice los errores o las ideas divergentes, capaz de interrogar su validez, pero sin provocar la vergüenza o el sentido del ridículo que son grandes enemigos en el desarrollo de la creatividad, mostrando respeto y valorando todas las aportaciones.

 Un entorno que entienda que el error no es un fracaso, sino una parte necesaria del proceso de aprendizaje.

Un entorno auto reflexivo, capaz de reflexionar sobre sí mismo, de admitir nuevas ideas y de efectuar cambios.

Un entorno flexible que sepa adaptarse a los imprevistos sin dramatizar los inconvenientes. Un entorno sin prisas que no dé todo hecho a los niños para acelerar el ritmo.

Un entorno que combine la libertad con los límites, entendiendo que la falta de límites es tan perjudicial como el exceso de pautas.

Un entorno así facilita la emergencia de la creatividad en personas naturalmente creativas, pero también en personas que sin saberlo también lo son! Porque todos podemos mejorar en creatividad y no es sólo una cualidad de personas especialmente dotadas.

¿CÓMO EDUCAMOS LA CREATIVIDAD EN LA FARGA? PROYECTOS CREATIVOS EN NUESTRA ESCUELA

La creatividad es una competencia transversal que se educa desde todos los ámbitos y con proyectos aparentemente no relacionados con este aprendizaje.

Hay que ser muy creativo para buscar argumentos convincentes y exponerlos a un foro tan interesante como el "European Youth Parliament" donde participan alumnos de bachillerato, el "Consejo de jóvenes y de niños" o en los Debates de oratoria que se organizan anualmente en la escuela. No es sólo una cuestión de hablar bien, sino de exponer ideas diferentes, valiosas, bien argumentadas; porque la creatividad -como dice José Antonio Marina- consiste en "Producir intencionadamente novedades valiosas", no es suficiente en que sean originales, deben ser ideas nuevas apropiadas, de calidad, con valor. La creatividad está ordenada a un fin, tiene un propósito, busca solucionar un problema, mejorar las condiciones de vida, enriquecer nuestra manera de vivir en el mundo. La creatividad no es un divertimento superficial, es parte esencial del progreso humano e incluso de nuestra supervivencia.

Otros proyectos creativos son las actividades de STEM que finalizan con la First Lego League donde los alumnos desarrollan su capacidad de innovar a través de proyectos tecnológicos basados en la robótica; son proyectos que los ayudan a entender la importancia de la creatividad aplicada a un mundo tecnológico y que se llevan a cabo en un entorno lúdico y experimental.

Hay proyectos directamente vinculados a la creatividad como el Musical, el teatro, el Atelier, las Dinámicas Expresivas, el Drama en inglés o la música. Son proyectos que proporcionan un entorno ideal para mejorar en esta competencia, de tal manera que se convierten en verdaderos Laboratorios de creatividad. Ofrecen espacios, tiempo y propuestas específicamente pensadas para que los alumnos se atrevan a pensar y actuar de manera creativa, sin miedo, pero con valor. Un aspecto especialmente bonito de estos proyectos es que "brillan" alumnos que quizás pasan más desapercibidos en otros ámbitos, destacan otros tipos de inteligencias, se descubren talentos inesperados… y este reconocimiento contribuye a que estos alumnos crezcan también en ámbitos más propiamente académicos y se sientan más seguros.

Un proyecto como la obra de teatro que se realiza anualmente con los alumnos de bachillerato, permite desarrollar la empatía, el conocimiento de las emociones propias y de los demás, la gestión de la timidez, el trabajo en equipo ... cualidades muy importantes para el mundo laboral, pero sobre todo muy importantes para el bienestar y felicidad de las personas.

La creatividad también está en nuestra manera de impartir las clases, de orientar a los alumnos en la apasionante tarea de "coach" que hacemos en la tutoría, en la implementación de nuevas metodologías que se está impulsando con el plan estratégico Aude de la Institución Familiar de Educación y muy especialmente con la línea "Dream Schools" que promueve una reflexión constante sobre el proyecto educativo y sobre las metodologías docentes. La creatividad es fruto de pensar las diferentes posibilidades, no son ocurrencias instantáneas que salen de la nada, la creatividad se enriquece con el estudio, con la curiosidad por conocer otras formas de hacer, con la reflexión sobre las experiencias previas, con el esfuerzo para salir de nuestra zona de confort ... y esto es un rasgo muy característico de nuestras escuelas.

¿CÓMO ACTIVAR LA CREATIVIDAD EN CASA?

Un entorno excesivamente directivo o proteccionista no favorece la creatividad. Debemos dar la oportunidad a los niños de ser creativos, no darlo todo hecho, todo solucionado, pensado de antemano y programado. La oportunidad de equivocarse sin miedo, de tomar decisiones a su medida y aceptar sus consecuencias es fundamental para crecer en creatividad. Las rutinas, tan esenciales en los primeros años de vida y las actividades cotidianas de cada día, pueden ser una gran ayuda en la educación de la creatividad. Vestirse solos cuando son pequeños, ordenar la habitación, limitar el uso de los dispositivos electrónicos o el exceso de actividades que nos les dejan tiempo libre para "aburrirse"... son estrategias de creatividad, si dejamos la libertad suficiente para que las resuelvan creativa y autónomamente.

A excepción de unas pocas cosas que deben ser hechas exactamente de una determinada manera y con las que tenemos que ser muy exigentes, queda un gran espacio para que el niño resuelva otras tareas de manera creativa y autónoma. Aprovechar las rutinas cotidianas como retos puede ser muy beneficioso y -a veces por prisa, por un exceso de protección, por miedo al descontrol o a un resultado final poco atractivo- los ayudamos en exceso o les resolvemos problemas que en realidad no son problemas sino retos.

Las rutinas son convenientes: las horas de levantarse, de acostarse, los rituales que les ayudan a la hora de ir a dormir... Estas rutinas no impiden la creatividad, ofrecen al niño/a una estructura y una seguridad fundamental que ordena su vida y facilita que su inteligencia pueda centrarse en tareas más creativas y proyectos más complejos. En realidad se trata de enriquecer las rutinas y -dentro de un orden y unos límites claros- permitir sus propias creatividades y autonomía. ¡No olvidemos que todos somos creativos! La creatividad, como cualquier otra habilidad, requiere un entrenamiento y un ambiente propicio, pero está al alcance de todos y todos podemos incrementarla!

MARINA, José Antonio (2013). El aprendizaje de la creatividad. Barcelona: Ariel

MARINA, J.A. (Coord.) (2014). “Creatividad en la educación, educación de la creatividad. Claves para hacer de la creatividad un habito”. Informe Faros. Barcelona: Hospital Sant Joan de Déu (Ed). Disponible en la web: http://faros.hsjdbcn.org


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