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A nivel mundial estamos viviendo una situación nunca antes vivida. Los papás y mamás con niños pequeños nos preguntamos cómo afrontar esta etapa sin colegio, sin parques, sin interacción con otros niños de su edad. Desde luego es un auténtico desafío.
La falta de juego al aire libre, el aislamiento y dificultad de realizar ejercicio físico puede aumentar la irritabilidad del niño y el estrés que puede llegar a afectar a su estado emocional. La preocupación de los padres por esta situación actual, el bombardeo de noticias e imágenes recibidas pueden llegar a tener un gran impacto en nuestros pequeños.
Según la Psicóloga Infantil, Susana Tarí, los cambios que podemos notar en los niños en este periodo de aislamiento son los siguientes:
• Un mayor número de rabietas y desobediencia. No hacer lo que le pedimos e incluso responder de mala forma.
• La falta de su rutina habitual puede dar lugar a cambio de humor y aumentar las peleas entre los hermanos.
• Debido a la cantidad de información que estamos recibiendo constantemente, la preocupación de los padres y el cambio total de su “rutina habitual”, puede verse reflejado en nuestros peques en alteraciones de sueño.
A continuación, se enumeran una serie de pautas a seguir para ayudar a nuestros hijos en esta situación. La palabra clave es paciencia. Todos estamos preocupados y el producto de ello es un mayor nerviosismo e irritabilidad. Una ración extra de tolerancia y paciencia van a ser imprescindibles. Para que el impacto sea menor, podemos:
• Establecer rutina diarias.
Las rutinas son imprescindibles para los niños. Les dan seguridad y tranquilidad, sabiendo siempre lo que va a ocurrir después. Para ellos es muy necesario saber qué hay que hacer y qué toca después. Si son niños que ya saben leer se le puede hacer un horario indicando las rutinas, y si aún no saben, se les puede hacer horario con imágenes. En este horario podemos incluir rutinas habituales, (comidas, baño, descansos), también nuevas rutinas (tareas escolares, dibujos, cuentos, juegos en familia, manualidades, cocinamos en familia), y tareas de la casa (ayudamos a hacer la cama, ponemos mesa, retiramos platos de la mesa). Estas últimas le ayudarán a sentirse útiles y satisfechos de sí mismos.
• Informar pero no “sobreinformar”.
Es importante que estemos informados, pero es imprescindible no hacerle partícipe de esa cantidad de noticias e imágenes a ellos. No pueden estar escuchando diariamente que el coronavirus mata a personas mayores, “como mis abuelos”, o personas con cardiopatías o problemas respiratorios "como la que yo tengo, mi mamá o mi tío". Recordar informarnos pero sin la presencia de nuestros hijo mientra lo hacemos.
• Utilizar distintas técnicas para hablar de sus miedos.
Actualmente la cantidad de noticias que estamos recibiendo por minuto sobre el coronavirus es incontable, si todo esto a nosotros nos deja desconcertados, imaginad a nuestros hijos. Es importante que hablemos de ellos, de sus preocupaciones o sus miedos y poderle dar una respuesta a su medida. Esto, les puede ayudar a tener un mayor control de la situación y en definitiva a sentirse más seguros.
• La música.
Además de para liberar energía, podemos bailar, cantar muy fuerte o saltar al ritmo de la música, también nos puede ayudar a poner ritmo a nuestras rutinas. Si conocemos las canciones que utilizan en su rutina escolar, podemos apoyar nuestra nueva rutina con ellas.
• Mantener contacto con los familiares y amigos.
Ahora mismo se reduce contacto con abuelos, tíos, primos, que están presentes en la vida diaria de nuestro hijo o hija. Echad mano de las nuevas tecnologías, llevad a cabo video-llamadas a esas personas que son parte de su día a día. Podemos incluirlo dentro de nuestro horarios.
• Tener vuestro momento.
Y por último, pero muy importante, no olvidéis “tener vuestro momento”. Pasaremos los días con nuestros hijos/as, y es imprescindible tener nuestro espacio, dedicar un tiempo a ver una peli, leer un libro, escuchar nuestra música etc, buscad el momento, puede ser en momentos de descanso de los niños/as o alternando con nuestra pareja. Nuestro bienestar es el suyo.