Nuestro proyecto: Coherencia educativa

Modelo pedagógico, estrategias metodológicas, maestra, espacio y familia deben ser coherentes para propiciar la educación de un determinado valor.

Nuestra concepción de la educación responde a un paradigma humanista cristiano basado en una educación personalizada que pone a la persona en el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Para conseguir una educación global de la persona se hace necesario que haya una fuerte coherencia entre los diferentes factores que intervienen en la educación, especialmente entre los recursos metodológicos, el ejemplo que ofrece la maestra, el espacio/ambiente de la escuela y las familias. Cuando estos cuatro elementos van de la mano se hace mucho más fácil educar en un determinado valor porque el niño no aprende solo de nuestras palabras, sino de nuestras acciones, del clima que se crea a nuestros hogares, del tipo de interacciones que mantenemos con los otros, de los valores que visibilizamos en nuestros espacios, etc.

De entre los diferentes principios metodológicos que tenemos, queremos destacar los siguientes:

ETAPA INFANTIL DE 0 A 3 AÑOS

1. Aprendizaje activo y significativo buscando un equilibrio entre la iniciativa infantil y el modelo por parte de la maestra, que es la encargada de planificar las propuestas y asegurar un entorno que favorezca el aprendizaje activo y el descubrimiento.

2. Atención a los aspectos emocionales procurando un entorno de bienestar y seguridad que facilite el aprendizaje positivo y la expresión de las emociones.

3. Rutinas estables y atención a los hábitos de alimentación, descanso, higiene y juego que son las necesidades básicas del niño sin las cuales no se puede educar.

4. Cuidado del desarrollo motriz y de las habilidades sensoriales. Movimiento y sentidos son dos aspectos fundamentales en la educación infantil que conforman la “puerta de entrada” de todos los conocimientos.

5. Atención prioritaria al desarrollo del lenguaje como base del resto de los aprendizajes. En la educación infantil la oralidad está en el centro del proceso educativo y es un paso imprescindible para un adecuado desarrollo de la lectoescritura.

ETAPA INFANTIL DE 3 A 6 AÑOS

1. Aprendizaje activo y significativo buscando un equilibrio entre la iniciativa infantil y el modelaje por parte de la maestra, que es la encargada de planificar las propuestas y asegurar un entorno que favorezca el aprendizaje activo y el descubrimiento.

2. Organización metodológica en espacios de aprendizaje que facilitan la autonomía de los niños, la atención individualizada y el respeto a los diferentes ritmos de aprendizaje y estadios madurativos. Son espacios preparados, ricos en propuestas y materiales, que estimulan la curiosidad de los niños y su deseo de aprender.

3. Profesorado altamente formado humana y pedagógicamente. Programa permanente de formación del profesorado que vela por la calidad e innovación de las metodologías y recursos pedagógicos.

4. Apertura a la comunidad e integración de las familias en la escuela promoviendo su participación (celebraciones, posibilidad de dejar al niño en el aula diariamente y ver la tutora, tutorías personalizadas, reuniones trimestrales, escuela de familias, etc. .)

5. Educación centrada en la formación humana y en el desarrollo de las capacidades y valores (honestidad, autonomía, habilidades sociales, capacidad de tomar decisiones, empatía, creatividad...) imprescindibles en el mundo actual, sin dejar de lado el aprendizaje de los contenidos propios de infantil marcados por el currículo.